Sin este mineral no existiría la síntesis de la proteína y el colágeno, y en consecuencia la piel perdería firmeza y elasticidad. Además juega un rol importante en la cicatrización de la dermis, en casos de eczema, acné o dermatitis, y reduce inflamaciones cutáneas. Algunos de los alimentos ricos en zinc son: pescados, sardinas, cordero, cerdo, aves, yema de huevo, leche y queso. En menor proporción, en legumbres (porotos, arvejas, lentejas, garbanzos, habas), frutos secos (almendras, nueces) y cereales integrales (avena, arroz y pan integral). 

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