No existe la vida sin agua; el agua es vida. Este papel esencial del agua fue reconocido hace mucho tiempo atrás en la literatura sanscrita, donde el agua es llamada jeevan, que quiere decir vida.

El agua es uno de los componentes más importantes de todos los organismos vivientes. Es la molécula de la vida, siendo solo precedida por el oxigeno. El agua permite el trasporte de nutrientes esenciales, y la remoción de materiales de desecho, así como también hace posible las diversas reacciones bioquímicas que ocurren en las células y órganos. Además, conforma el ambiente natural que se desarrolla en el interior de las células y en los espacios entre ellas, junto con ayudar en la formación de la estructura de macromoléculas tales como proteínas y carbohidratos, y en definitiva, en la completa constitución de los organismos vivientes.

El agua es, la sustancia más abundante sobre la tierra, representa cerca de un 70% de la masa del globo terráqueo. Así como el agua es el elemento principal del planeta, también lo es en nuestros cuerpos. De hecho, de los 3,6 kilogramos que pesa en promedio un recién nacido, cerca de 2,7 kilogramos son agua.

La cantidad de agua en el cuerpo humano varia con la edad, el sexo, la masa muscular y el tejido adiposo (grasa). En individuos sanos el agua corporal total sufre pocas modificaciones, excepto en la etapa de crecimiento, el aumento o pérdida de peso, o en condiciones tales como la gestación y lactancia.

Lamentablemente el cuerpo humano no cuenta con depósitos para almacenar agua; es por ello que la cantidad de agua que se pierde cada día debe ser reemplazada para mantener la salud y las funciones corporales. Para niños entre 3 días y 9 meses de edad, las necesidades fluctúan entre 120 y 135 ml/kg/día. Al año de edad, el requerimiento es de 92ml/kg/día y éste desciende lentamente hasta alcanzar 58ml/kg/día para niños de 12 años de edad. Así, una recomendación diaria conveniente para los adultos bordea los 2,5 litros de agua, de los cuales cerca de 1,5 litros se obtienen de productos líquidos

El método más simple para que logremos hidratarnos es a través de la ingestión de líquidos, ya sea agua de la llave, agua envasada, bebidas frías o calientes (té, infusiones, etc.) y jugos de fruta entre otros. Los alimentos también aportan agua a nuestro organismo, ya que ellos como nosotros se componen en gran medida de agua, algunos ejemplos son: verduras, frutas, leche, carne, pan y mantequilla.

Ahora más que nunca, ahora que empieza el verano, debemos comenzar a tomar el agua que necesitamos.

Verónica Rivera – Mª Belén Rodrigo
Nutricionistas

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